
Durante el confinamiento se ha notado un aumento de un 10% en los robos a segundas viviendas e intentos de ocupación.
El estado de alarma, el confinamiento por la pandemia de coronavirus, impide explícitamente ir a las segundas residencias. Algunos ladrones y los okupas están aprovechando la oportunidad. Sus dueños no están y aprovecha para colarse. Estamos comprobando como entran en las viviendas, ahora deshabitadas, y huyen con ordenadores, tabletas y otros objetos de valor.
«Hemos detectado un ligero aumento de los robos en segundas viviendas así como intentos de ocupación», asegura Manuel Sánchez , presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad.
Hasta un 10% han aumentado esos robos a segundas residencias desde que se decretó el estado de alarma. Y es que las casas rurales, pisos y demás segundos inmuebles no pueden ser visitado, y eso está haciendo que los amigos de los ajeno estén haciendo su particular «agosto» en plena primavera.